sábado, 17 de diciembre de 2011

Bernard Vukas, el Maradona croata

Aunque Croacia declaró su independencia el 25 de junio de 1991, diversos deportistas habían representado sus tierras cuando pertenecía a Yugoslavia. Entre ellos el nombre de Bernard Vukas destaca a simple vista por haber sido escogido como el más grande entre los grandes atletas croatas de todos los tiempos.

Vukas, nacido el 1 de mayo de 1927 en Zagreb comenzó su carrera en el club local Concordia, conjunto al que ingresó con apenas 11 años, cuando uno de los empleados del mismo le vio jugando en las cercanías de su casa junto a sus amigos. Durante su temprana adolescencia, su progreso fue meteórico, mostrando una exquisita técnica en todo el frente de ataque, pero sobre todo al volcarse sobre el sector izquierdo del terreno.

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, fue transferido aunque en un monto menor, al conjunto del Amater Zagreb, donde estuvo sólo una temporada, sirviéndole igualmente como trampolín para llegar a la elite del fútbol yugoslavo, con sendos pases al NK Zagreb y el Hajduk Split, en 1946 y 1947. Para entonces ya era conocido cariñosamente como “Bajdo”.

No obstante, en el Hajduk encontraría su casa futbolística, asentándose en el equipo, y permaneciendo en el mismo por diez años, en los que llegó a disputar más de 200 encuentros oficiales, convirtiendo la interesante cifra de 89 goles, que le sirvió además para ser considerado uno de los mayores ídolos de la institución. A ello ayudó mucho, claro, el haber sido campeón de Liga en 1950, único equipo en hacerlo de forma invicta a nivel local; 1952 y 1955, siendo además goleador del torneo en este año, con 20 dianas.

Durante esta década, que cubrió los años de gloria de Vukas, logró ser parte habitual de la selección de Yugoslavia, al punto de integrar los equipos que acudieron a los Juegos Olímpicos de 1948 y 1952, y a las Copas del Mundo de 1950, en Brasil; y 1954, en Suiza. Su actuación más destacada, entre ellos, fue en los Olímpicos del ´52, en Helsinki, cuando logró la medalla de plata -nuevamente- al ser derrotado en la final por la brutal Hungría de Puskas, por 2 a 0, habiendo convertido tres goles en su cuenta personal.

En 1957, ya siendo amado por todos los yugoslavos, le llegó el reconocimiento internacional cuando el Bologna de Italia se planteó su fichaje. El mismo finalmente se llevó a cabo, siendo titular en el Calcio por dos temporadas, con un buen nivel, aunque su ansiedad por volver a casa que más fuerte, y para la campaña 1958/59 estaba firmado su vuelta al Hajduk.

En esta nueva etapa en el club de sus amores, que duró cuatro años, llegó a disputar otros 69 partidos, anotando apenas cinco goles, pero logrando siendo mucho más trascendente en la generación de juego. Más tarde, el fútbol austríaco llamó a sus puertas, y entre 1963 y 1967, de desempeñó, respectivamente, en el Grazer, el Kapfenberger y el Austria Klagenfurt; antes de regresar para una última temporada en el Hajduk.

Al retirarse, en 1969, Vukas totalizaba en uno de los más grandes clubes de la antigua Yugoslavia, un total de 615 encuentros disputados, y más de 300 anotaciones, si consideramos los partidos amistosos. Coleccionó además una característica “remera amarilla”, en reconocimiento a su magnífica temporada 1952/53, de parte de “Sportska Panorama”.

Uno de sus encuentros más recordados fue el “Inglaterra vs. Resto del Mundo”, que se disputó en conmemoración del 90º aniversario de la creación de la Asociación del Fútbol Inglés, en el mítico estadio de Wembley, y que finalizó con el marcador igualado a 4 goles. Tres años más tarde, también participó en Irlanda del Norte para un combinado de la UEFA que enfrentó a otro de Gran Bretaña, donde anotó un hat-trick.

Fallecería en 1983, el 4 de abril, cuando apenas tenía 55 años de edad, pero se mantenía cercano al mundo del fútbol, siendo entrenador en Belgrado. La noticia conmovió a la opinión pública, y al poco tiempo, la presión popular logró que sea reconocido al adjudicar su nombre a dos calles, ubicadas una en Zagreb y la otra en Split.

En el año 2000, Vukas fue elegido por la Federación Croata de Fútbol como el más grande representante de este deporte en toda la historia del país. Mientras tanto, en una encuesta masiva realizada por el diario “Večernji list”, lo consagró como el mejor deportista de la historia de Croacia.

Sepp Herberger, entrenador de la selección de Alemania de 1954, a la postre campeona del mundo, manifestó respecto a Vukas: “Es uno de los más grandes artistas del fútbol, tiene una habilidad inimitable, y la usa en beneficio de su equipo. Representa en prototipo de jugador moderno. No sólo es el mejor jugador de fútbol del mundo, es un ejemplo a admirar por todos los deportistas”.

Poco tiempo antes de morir, la televisión croata grabó un documental en el que Vukas cuenta toda su trayectoria futbolística, siendo hasta el día de hoy el mejor documento para honrar al deportista más grande de Croacia.


Fuentes - [Wikipedia - Uvica Slanih - PES Stats]




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