Pero, del otro lado del mundo, en esa década que asistía al origen de este formato televisivo, se criaba en Islandia el pequeño Hermann Gunnarson, un niño extrovertido, con evidente facilidad para los deportes, sobre todo fútbol y handball o balonmano, quien había nacido en diciembre de 1946.
No fue de extrañar entonces, que casi al mismo tiempo, debutara en Primera División del Fútbol de su país, representando al Knattspyrnufélagio Valur, de la capital Reikiavik, cuando apenas tenía 18 años; mientras que, justamente con el mismo equipo, que ya había incorporado al handball a sus disciplinas, también tuvo su debut, ambos en 1964, algo realmente extraño para el deporte mundial, pero en que Islandia no tomó demasiada trascendencia por algunos casos anteriores.
Como mediocampista, Gunnarson representó a este equipo en primer término por cinco temporadas, hasta 1969, cuando pasó al SC Eisenstadt de Austria, aunque no estuvo más de un año en este equipo, y decidió marcharse, ya abandonada la práctica del handball, donde había llegado a representar a su tierra en más de una ocasión a nivel internacional. Su siguiente destino fue el ÍBA Akureyri, también de Islandia.
Pero allí también tuvo un paso fugaz, sin llegar a afianzarse, y por eso regresó al lugar donde siempre se había sentido como en casa, el Valur. Lo hizo en 1971, siendo titular indiscutido hasta 1976, cuando con apenas 30 años, e idolatrado por la afición, decidió retirarse. Sin embargo, como parte de la excentricidad que comenzaba a demostrar, jugó una última temporada como profesional 5 años más tarde, en la 1980/81.
Para entonces, Gunnarson también había vestido la camiseta de Islandia en 20 oportunidades, convirtiendo 6 goles, y liderando una de las mejores épocas históricas de esta selección, entre 1965 y 1975, cuando de todas formas, claro está, los logros a nivel internacional fueron acordes a la trascendencia de su Liga local.
A partir de la década del ´80, Gunnarson comenzó a familiarizarse cada vez más con el ambiente televisivo de su país, al punto de que comenzó a tener su propio programa, un especie de “talk show”, una vez por semana, en una especie de prueba que los productores le hicieron, considerando que era una celebridad en su país, y que tenía un gran arraigo en el público.
El programa fue denominado “Á tali hjá Hemma Gunn”, u “Ocupado con Hammi Gunn”, lo que le valió ese apodo como una especie de seudónimo televisivo, Durante los siguientes años, se convirtió en uno de los más vistos de la televisión sueca, siempre a través del canal estatal “Sjónvarpio”, donde entrevistó a un centenar de famosos de su nación, y algunos extranjeros destacados.
A finales de la década del ´90, decidió un alejamiento de las cámaras, e increíblemente, se traslado a Tailandia, donde sabía que la gente no lo reconocería y podría llevar una vida “normal”, y allí trabajó durante algunos años como guía de turismo. Sin embargo, el amor por la televisión fue más grande, y en 2005 regresó como una gloria viviente a su país, comenzando un nuevo programa semanal en la transmisora privada “Stoo 2”.
Pero no se quedó allí, ya que además, se lanzó como compositor y cantante, habiendo lanzado ya varios discos al mercado, con relativo éxito, y que terminaron de convertirle en un verdadero “showman”. Por esa razón, desde hace un par de años, además, tiene su propio programa en radio, lo que le ha acercado mucho más al público, el mismo que ya le ha idolatrado y apoyados, en por lo menos cinco profesiones, nada mal.
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