Julio César Romero, "Romerito"

Nacido en la ciudad de Luque, Paraguay, en 1960, Julio César Romero fue uno de los más grandes futbolistas de la historia de su país. Conocido como “romerito”, se trató de un sensacional mediocampista creativo, famoso por su rapidez y precisión en sus pases, que se hizo famoso tanto por sus actuaciones dentro del terreno de juego, como fuera de él.

Amante del fútbol desde pequeño, y aunque no poseía una constitución física poderosa, logró entonces perfeccionar una de sus mayores cualidades: la garra. Su padre, funcionario público y entrenador amateur, rápidamente le reclutó para el club del barrio.

Su aparición en el Sportivo Luqueño le hizo famoso a nivel nacional, y con sólo 17 años ya era un titular indiscutible en el primer equipo. Fue por ello tal vez que el mismo Cosmos de Nueva York lo contrato en 1979, coincidiendo allí con grandes futbolistas como Beckenbauer, Neeskens, Rijsbergen, Chinaglia, Carlos Alberto Torres, Eskandararian y Roberto Cabañas.

En ese momento, fue convocado para formar parte del combinado Juvenil Paraguayo, que disputó el Campeonato Juvenil de Uruguay, donde salió goleador con cinco goles, y el Mundial Juvenil de Japón, donde Diego Maradona y “Romerito” fueron las grandes figuras. Tal fue su actuación aquí, que pocos meses más tarde sería llamado por primera vez

Incluso, formó parte de la plantilla que logró obtener la Copa América de 1979, disputada en Argentina, donde anotó el trascendente gol que permitió el empate entre Paraguay y Chile, que a la postre consagraría a los “guaraníes”.

Para 1984, y cansado de la vida en Estados Unidos, se encontró con la posibilidad de pasar al Fluminense de Brasil. Esto no fue casual, sino por recomendación del histórico lateral de Brasil 70´, Carlos Alberto, con quien había coincidido en Norteamérica. Allí viviría, finalmente, los mejores años de su carrera.

Es que con el “Flu”, Romero conquistó la único campeonato local de la historia del club, en 1984, siendo hasta tal punto clave en el andamiaje del equipo, que en 1985 logró ser considerado como el “Mejor Futbolista Sudamericano del Año”. Además, pudo obtener el famoso triplete del Torneo Carioca, en los años 1984, 1985 y 1986.

En este tiempo también creció considerablemente su rol en la selección de Paraguay, con la que concurrió al Mundial de México 1986, anotando goles frente al combinado local y también el de Irak, y siendo uno de los sudamericanos más destacados de la competencia.

En 1989, a comienzos de año, Johan Cruyff era el entrenador del Barcelona, y ante la lesión de varios de sus atacantes titulares, pidió la incorporación del uruguayo Enzo Francescoli. Como el Racing de París pedía demasiado dinero, el elegido fue justamente “Romerito”, que de esa forma, a los 28 años, tendría su gran oportunidad en un fútbol de élite.

Sin embargo, su escaso valor de compra, en 250 mil euros, hizo que la prensa española jamás se lo tomara en serio, y se burlara de él, más aún cuando sus actuaciones en Europa nunca alcanzaron el nivel esperado. De hecho, cerró su participación con un sólo gol en nueve participaciones con el Barça, anotando sólo un gol, ante el Málaga.

Como recuerdo imborrable de su paso por el fútbol del “viejo continente”, queda aún su imagen de ingreso al Santiago Bernabéu, cuando nadie le conocía en España, y apenas un par de horas después de haber firmado por el Barcelona. Igualmente, se dio el gusto de obtener con el club catalán la Recopa de Europa.

Posteriormente, dolido por esta mancha en su carrera, se marchó al Puebla de México, donde si bien tampoco alcanzó su mejor nivel, sí mostró grandes destellos de su calidad que le valieron el cariño de la afición local.

Más tarde, regresaría a su país para jugar nuevamente en Sportivo Luqueño -en dos oportunidades- y Olimpia. Luego pasaría a La Serena de Chile, y volvería de forma definitivamente a su país para sumarse a Cerro Corá, y por último, a su primer amor Sportivo Luqueño, donde se retiró en 1996.

Desde entonces, se ha dedicado a la política, siendo concejal de la Municipalidad de su ciudad natal, en el periodo 2001/06, aunque luego de ello afirmó que no volvería a este mundo, para dedicarse en cambio a la formación de niños en pos del deporte.

Luego también se le ha visto jugando al fútbol playa, donde formó un equipo para enfrentar al Brasil de Romario; y en Septiembre del 2006, debutó como cantante de rock en el popular festival musical “Pilsen Rock” que se celebra en Asunción, como invitado de la banda local “Revolber”.

En tanto, el propio Pelé le nombró como uno de los 125 mejores futbolistas vivos, siendo el único paraguayo de esa lista.