sábado, 22 de octubre de 2011

Frank Borghi, el beisbolista que derrotó a los inventores del fútbol

Cuando la selección norteamericana derrotó a su par de Inglaterra en el Mundial de Brasil 1950, el 29 de junio de ese año, veintitantos futbolistas entraron en la historia grande de su país. Uno de ellos era el arquero Frank Borghi, que al comienzo de su carrera se había convertido en beisbolista profesional. No obstante, su leyenda dice mucho más que eso.

Borghi, nacido el 9 de abril de 1925 en una familia de ascendencia italiana, había sentido desde muy chico fascinación por los deportes de conjunto. Por esta razón, sus primeros pasos los dio en distintos equipos de béisbol de St. Louis, utilizando el fútbol, que en aquel entonces era un deporte de invierno, para mantenerse en forma fuera de temporada.

Lo curioso del caso es que estaba convencido de la inutilidad de sus pies para la alta competencia, por lo que en ningún caso los utilizaba en el fútbol, reemplazándolos por los brazos en pelota en movimiento, y pidiendo la ayuda de algún compañero al sacar desde su arco.

Frank, que se definía como un gran patriota, acudió al reclutamiento voluntario que el gobierno norteamericano realizó tras el ataque a Pearl Harbour en 1942, el mismo que significó la entrada en la Segunda Guerra Mundial de su país. Posteriormente, fue trasladado a Europa para combatir en el frente de batalla.

Fue tal el auxilio que prestó a los heridos, oficiando como médico y enfermero, que logró ser condecorado con dos “corazones púrpuras” y dos “estrellas de bronce”. Curiosamente, uno de sus rescatados fue ni más ni menos que el célebre locutor de encuentros de béisbol Jack Buck, a quien le salvó la vida, como a muchos otros.

Al regreso de la contienda bélica, y con 20 años, Borghi se decidió finalmente a probar suerte en los deportes que amaba para ganarse la vida con ellos. Aunque primero optó por el béisbol, luego debió inclinarse por el fútbol, ya que mostraba unas excelentes aptitudes para jugar con sus brazos, lo que le daba gran talento en el arco.

A los pocos meses comenzaría su etapa más laureada como futbolista, la que le tuvo como integrante del conjunto del St. Louis Simpkins-Ford, ayudándole a ganar la Copa U.S Open, denominada igual que el Grand Slam de tenis, en los años 1948 y 1950. En este mismo conjunto, a pesar de que era semi-profesional, logró darse a conocer, y se ganó la posibilidad de acudir al Mundial de Brasil.

De cara al Campeonato Mundial de 1950, era tan poca la trascendencia que el fútbol tenía en Estados Unidos que sólo un reportero de aquella procedencia concurrió a la cita: se trataba de Dent McSkimming, quien de todas formas tuvo que pagar el viaje de su propio bolsillo, ya que los periódicos no estaban interesados, y lo hizo ampliamente influido por su amistad con varios componentes del equipo nacional.

Aunque poco pudo hacer para evitar la derrota ante España en su debut en la competencia, Borghi fue la gran figura de un encuentro que marcaría la historia mundialista de su país. El 29 de junio, Estados Unidos derrotó a Inglaterra por 1 a 0, eliminándolo a la postre del torneo, y logrando el mayor hito futbolístico de esta nación.

Incluso, se han tejido varias historias en torno a este encuentro. Por ejemplo, se cuenta que las apuestas a favor de los americanos eran de 500 a 1, mientras que el entrenador británico, Walter Winterbottom, decidió resguardar al talentoso Stanley Matthews, reservándolo para el posterior encuentro ante España, algo que acabaría pasándole factura.

“Esperaba poder contenerlos y que sólo marcaran cinco o seis tantos” admitió luego del encuentro el propio Borghi, quien en los primeros doce minutos del mismo había recibido dos pelotazos en los palos, aunque luego pudo contener al ataque inglés. No obstante, algunos periódicos no quisieron publicar el resultado por miedo a que fuera falso, y otros lo cambiaron por un 10 a 1 a favor de los europeos, pensando que existía un error de tipeo.

Interpretado por Gerard Butler
Tiempo después, en 1955, fue destacado como “Jugador más Valioso” de la Comisión de Fútbol de Missouri, retirándose al año siguiente de la práctica profesional, siempre en los Simpkins. Entonces Frank se convirtió en director de una funeraria, en la que además había trabajado siendo joven, cuando el sueldo de futbolista no le alcanzaba.

En 1976, fue condecorado junto con todos sus compañeros que habían formado parte de la selección de Estados Unidos en el Mundial de Brasil como integrante del Salón de la Fama de Fútbol Estadounidense. De hecho, fue tal la trascendencia de ese hecho, que los norteamericanos regresaron a la mayor cita del fútbol recién 40 años más tarde, en el Mundial de Italia 1990.

Por último, en 2005 se estrenó la película “The Game of Their Lives”, o “El Partido del Milagro”, haciendo alusión justamente al encuentro disputado entre Estados Unidos e Inglaterra, en la que Borghi era interpretado por el actor Gerard Butler; y la cual está basada en el libro escrito anteriormente por Geoffrey Douglas, del mismo nombre. Él estuvo presente en el lanzamiento y fue una de las estrellas del mismo, como ya lo es del deporte norteamericano.

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